Megusta

El blanco total, los peluches japoneses, la chinotto, Mecano, una almohada abrazable, las canciones dedicadas porque yo canto mal, los zapatos diferentes, los pies bonitos, los ojos, redondos, oscuros, tristes, como agua reflejando al universo. El sonido de una guitarra, el chocolate blanco, sentarme en el piso, el principito, la lluvia y el olor a tierra mojada, odiar los domingos, ponerte apodos, la colonia johnson, tus manos, la voz de una cantante triste, el helado de mantecado, el limón, el cabello negro y la piel blanca, tu sonrisa, la ropa suave, tu voz, sailor moon, los sueños donde vuelo, el tango, la manera en que me abrazas, el té con leche, dormir con lluvia, los sueños donde estoy otra vez en los buenos días del liceo, despeinarte, el mar de día, Fiona Apple, el sonido de un violín, el pie de limón, el sushi, el arequipe, las papitas de Mc donalds y el gusanito que ahora se hacer por ti, tu nuca, las llamadas de madrugada, dormir hasta tarde, el violeta, la luna menguada porque sé que es mía, interrumpirte cuando hablas, el cielo gris, el mar de noche, llamarte y que atiendas porque casi nunca lo haces, Alanis, el silencio para dormir, un libro oscuro, los gatos, las pulseras, Ana Frank, escucharte decir te quiero, decirlo yo, compartirte que no somos fundamentalmente buenos o malos, cocinar para alguien, no peinarme, la arepa con diablitos, el cabello de mi mamá, el cine, las tardes con fotos y tú.