Subí al autobús. Día: 10 de mayo. Destino: Caracas. Tenía 95 bolívares, tenía zapatos morados viejos, tenía franela verde a rayas, tenía una idea torturadora en la cabeza. Hora actual: 2:25 de la tarde. El autobús está por llegar, nunca se hizo tan rápido el viaje a Caracas. Cualquier intento de un pensamiento calmado, alegre o quieto era expulsado y rechazado rápidamente por un plan oscuro. Mis intenciones eran matar a alguien.
Conocía ya a mi víctima, compartía de hace meses con esta persona. El lugar de nuestro encuentro sería el centro comercial recreo. Lo curioso del caso es que muchas personas suelen hablar mal de la clase de gente que acude a este lugar, escuché de hecho muchas cosas, pero jamás escuche que vinieran asesinos en potencia. Mi víctima llegaría tarde, estaba consiente de eso, de hecho siempre lo hace.
3:10 PM
Me angustié, me molesté, ¿por qué diablos tiene que tardar tanto? entonces dentro de mí alguien habló.
- ¿de verdad quieres que venga?
-Ya.
-¿sabes lo que vas a hacer?
-Ya.
¿tan rápido quieres que acabe?
-Ya, ya, ya!
Sentí una patada en el estomago que me obligó a sentarme en el banco más cercano.
3:40 PM
Sabía que me tocaría esperar más y mi celular perdía cada vez más energía. Sentado en el banco sentí la necesidad de calmar mi ansiedad ante el momento deseado, pero mis intentos fueron desplomados por una pareja que se sentó a mi lado, comían helado, y se besaban, era como si dijeran: mira los felices que somos Mr. Killer, ingenuos pensé, no tenían ni idea que sólo estaban alimentando a un monstruo que pronto se los comería a ellos mismos. Tenía toda la tarde esperando para acabar con mi víctima, ellos no pueden entretenerme, pues son simples, además de su notable mal aspecto. Me sentí insultado por sus actos así que me paré y empecé a caminar nuevamente fingiendo interés en una que otra tienda.
4:30 PM
Seguro debe estar por llegar. Tick tack, tick tack, no. No fue así a las 4:30 tampoco llegó incluso a las 5 tampoco. Admito mi origen y mi estado, podría ser un homicida en potencia de hecho me gusta como suena, pero hay algo que nunca seré, no soy alguien que tenga paciencia, odio puramente esperar lo odio, lo aborrezco, es una de las peores cosas que se le puede hacer a alguien, pero como soy yo quién va a hacerle algo peor sólo puedo quejarme dentro de mí. Fui por un helado no había comido nada en lo que llevaba de día, no puedo llevar a cabo mi acto con el estomago lleno no quisiera sentir ganas de vomitar, al momento de la acción, aún así el helado estaría bien. Hice una cola al parecer del infierno, interminable, mala y larga en Mc donalds por un estúpido helado. Tick tack, tick tack. Dos personajes femeninos... este termino lo uso porque no sé cómo más decirles, hablaban de la típica manera que habla la gente pobre de mente. Su asquerosa pronunciación arrojaba cosas como: anís, carajito, maikel, yuveikel, yudexi, y cualquier intento fallido de nombre americano, admito que fue bastante enfermo tanto como para recordarlo, y dejarlo en este reporte. Vuelvo al tema, mi helado, mi asesinato, pedí un Sundae con dulce de leche, típico en mí, el único que pido. Tick tack pasa el tiempo tick tack.
6:00 PM
Nunca había esperado tanto por alguien, la tarde se volvió noche, y mi mente se volvió más oscura, oscura como su cabello, como sus incomparables ojos negros azabache, oscura como las razones de nuestro nexo, oscura la noche como oscuro soy yo. Una hora pasó mientras yo estaba en una especie de letargo pensando en él, centrando mi atención en detalles como sus hombros, el lóbulo de sus orejas, las curvas en sus pies. Mi mente habló: Me estás haciendo desearte y no es justo.
7:00 PM
Estaba sentado afuera del centro comercial unos buhoneros adolescentes vendían películas piratas en formato DVD atentos a la policía, "las de estreno, las del cine" decían para vender, al rededor de 5 minutos salieron corriendo mientras la policía se acercaba. Un policía armado atrapó a uno de los muchachos que no logró recoger sus cosas a tiempo, había empezado a golpearlo. No sólo era injusto, no sólo era incorrecto, no sólo era inhumano, no sólo era rechazable y malo, era también peligroso lo apuntó con la escopeta estando a mi lado; quise tener el poder para involucrarme pero mi poder estaba reservado para el daño de alguien más. ¿Qué pasa con la maldita gente de este país? pensé en las veces que había sido robado, casi tres veces este año y nunca había un jodido puto policía cerca, y ahora veo uno que casi me destroza el rostro al rozarme mientras iba golpeando a un muchacho que trata de ganarse la vida. Soy un asesino moralista, lo he visto todo en la vida a mi edad no hace falta más.
7:30 PM . . . él llegó
Había esperado 4 horas algo nunca antes hecho. Su suéter era morado, su mirada se posaba sobre mí como la mirada de una persona profundamente enamorada y fieramente posesiva. Su cabello negro siempre combinó sublimemente con su piel blanca. Jugaríamos que era mi cumpleaños fue su excusa para verme y la mía para arremeter. El día de mi cumpleaños no pudimos vernos. Caminamos, nos sentamos, trajo consigo una carta que me había escrito y que había sido decorada por él mismo. El gesto fue el mejor hecho por alguien, la carta era sincera, hermosa, cuidada, especifica, lo suficientemente romántica para nunca olvidarla. La mirada de él se hizo serena y sincera como la de un niño, sus gestos hicieron compañía del chocolate más grande que me han regalado en mi vida, me preguntó "qué has hecho cómo va todo", "tranquilamente" dije. Sentía ganas de llorar pues él no te tenía idea de lo que le iba a pasar, mi consciencia me empezó a traicionar y pensé: tenía que haberte dicho que era malo, tenía que decirte que conozco demasiado mi propio infierno como para aventurarme en el de otro. Mientras veía su camisa negra, su piel blanca, me olvidé de todo por un momento, "vamos a comer qué quieres hacer", luego "te llevaré al cine" la imagen de soledad en medio de la noche al lado de un cadáver volvió a mi mente, sentí que era estrangulado por algo invisible que mi plan se volcaba contra mí, casi sentí una lagrima en mi cara pero no sabía si era un fantasma o si realmente había llorado, pero él no se dio cuenta. "Te amo" es la frase más gastada de las historias de las personas, la gente nunca sabrá sobre este pequeña enfermedad llamada amor, "te amo" pensé otra vez pero incluso eso no es suficiente, fuimos a comprar la comida que meteríamos infiltrados en el cine, era nuestra rutina hacer cosas así, de subida en las escaleras a la sala mis sentimientos se hicieron como manos que salían del piso para detenerme , mi dramatismo buscaba comerme. Empezó la película mi mente autodestructiva me decía: aprovecha este momento, más y más aprovéchalo otra lágrima fantasma invisible salió, él no lo notó.
11:00 PM
Era ya tarde debíamos buscar dónde quedarnos, elegir el lugar de su muerte rondaba en mis ideas, no terminamos de ver esa película y quedó por tanto incompleta como pasaría con nosotros, caminamos con algo de suspenso por una caracas vacía y negra, mientras él como de costumbre me abrazaba disimuladamente. Encontramos un hotel bastante feo pero fue el único que estaba disponible, él moriría en hotel barato, en algo de mala muerte, bastante fílmico, la escena se había vuelto muy Almodóvar. Entramos, me abrazó y me besó como sólo él puede hacerlo o como sólo yo puedo sentirlo, lo tomé entre los brazos como si nunca más lo vería porque de hecho así sería; lo besé más luego intentando hacer ese momento inmortal.
La parte dura (sin tiempo)
La noche parecía durar para siempre, él era bello y simple, como las cosas que me gustan, tan bello como nunca, sus ojos desprendían alguna clase de embrujo indescifrable, su mirada era tímida, mis manos fueron magnéticamente a su piel, era suave, muy suave, siempre lo es. La escena era decisiva, era ahora o nunca; él dijo: "te amo" y fue como una patada en mi pecho, sentía la presión aplastando partes de mí, tenía que atacar cuanto antes. Él se acostó a mi lado y mientras me decía cientos de cosas hermosas mi psicosis se hizo presente, por un momento deje de escuchar y disparé primero la voz:
- Puede que la razón de esto es que me hayas hecho quererte, cuando me levanto estas ahí como una capa transparente que cubre mis ojos con tu rostro, como una constante figura, como algún nuevo órgano o alguna nueva parte mía. Entonces exclamé casi improvisado: me enamoré de ti, y no debía!. Finalmente reclamé. No te podré ver más.
- ¿Me estás asustando de qué hablas?
- lo he dicho ya.
-De que hablas no entiendo, ¿por qué me dices eso?
- Se trata de daños, escucha hay daños causados por todo esto y por eso yo debo, yo tengo, yo necesito, yo ansío, acabar con esto, borrarlo, borrarlo... matarlo, matarte.
Él dijo mi nombre y seguía repitiendo interrogantes, era como si fuera escuchado todo menos la parte donde dije que le quitaría la vida.
Después de esto todo cambió, él lloraba de una manera inexplicable, inescribible e indescriptible, como llora un niño cuando su mamá no está, como llora un cachorro abandonado, su llanto fue pesado y directo contra mí, no era un llanto de miedo, era llanto de abandono, de dolor, un llanto que no tenía miedo a dejar de vivir sino a seguir haciendolo, su cara era el dolor hecho muchacho. Mi plan era quitarle la vida, sacarlo de la mía, pero en el eco de su llanto fui el lobo que se enamoró de la oveja, fui el dolor que se enamoró de la carne, vivir en su compañía sería cuestionablemente complicado. Yo estaba inmóvil ante su ola de dolor y estaba siendo aplastado, lo sorprendente del caso es que en medio de la gran ola quise abrazarlo con las intenciones de conservar su abrazo.
Esa noche pude matar de una manera planeada pero no lo hice, lo abracé para tratar de curar las heridas que había causado mientras él lloraba, esa noche lo que sentí no se parecía a nada que hubiera sentido, sólo lo tomé entre mis brazos y él se durmió. Esa noche se volvió día mientras yo lo miraba dormir, mientras sentía sus pies con los míos, y sólo pensé: No puedo hacerlo, no... al menos no por el momento, el resto de las horas me dispuse a matarlo de otra forma, a matarlo suavemente.
Hola de nuevo se que no nos llevamos muy bien. A veces siento esa necesidad de matar a alguien, detesto ver el sufrimiento ajeno y mas si es por amor; en las noches al ser tarde bien tarde cuando solo estoy seguro que mis unicos complices seran la noche y la luna, siento la gran necesidad de bajar de mi cama, tomar un cuchillo y acabar con una vida que dejo de ser vida años atras. Matar a eso que vive en ese cuerpo que dejo de ser de mi sangre y empezo a ser de otra cosa... pero luego el silencio y la oscuridad me alertan me hacen abrir mis ojos y ver que solo es una victima mas de mi de quienes le rodean, solo me acerco a su oido y le digo en tono dulce pero realista termina de despertar idiota; crece el mundo te dara tantos latigazos y tu solo le daras una sonrisa, porque no puedes ser como el mundo, quitale el maldito latigo y golpealo tu, no siempre se pueden recibir golpes, a veces tambien darlos es lo mejor... Subo a mi cama y pienso si abre hecho mal en dejar que aun vivao debi cortar todo ese dolor que cada vez mas le aprieta y no le deja respirar, y que poco a poco mutila todo su ser y lo que es. Trato de dormir y olvidar de nuevo por esa noche que pude hacer algo y no lo hice; por eso le golpeo con mi indiferencia con mi rabia, con mi ira, mis celos, mi envidia termina de despertar idiota, pero mis intentos son fallidos solo recibo lagrimas y sonrisas llenas de dolor... Termina de despertar idiota o moriras sin darte cuenta y sin poder ver quienes en realidad te son fieles, te quieren, y esperan mucho de ti... Cuidate
ResponderBorrarHola de nuevo se que no nos llevamos muy bien. A veces siento esa necesidad de matar a alguien, detesto ver el sufrimiento ajeno y mas si es por amor; en las noches al ser tarde bien tarde cuando solo estoy seguro que mis unicos complices seran la noche y la luna, siento la gran necesidad de bajar de mi cama, tomar un cuchillo y acabar con una vida que dejo de ser vida años atras. Matar a eso que vive en ese cuerpo que dejo de ser de mi sangre y empezo a ser de otra cosa... pero luego el silencio y la oscuridad me alertan me hacen abrir mis ojos y ver que solo es una victima mas de mi de quienes le rodean, solo me acerco a su oido y le digo en tono dulce pero realista termina de despertar idiota; crece el mundo te dara tantos latigazos y tu solo le daras una sonrisa, porque no puedes ser como el mundo, quitale el maldito latigo y golpealo tu, no siempre se pueden recibir golpes, a veces tambien darlos es lo mejor... Subo a mi cama y pienso si abre hecho mal en dejar que aun viva o debi cortar todo ese dolor que cada vez mas le aprieta y no le deja respirar, y que poco a poco mutila todo su ser y lo que es. Trato de dormir y olvidar de nuevo por esa noche que pude hacer algo y no lo hice; por eso le golpeo con mi indiferencia, con mi rabia, con mi ira, mis celos, mi envidia termina de despertar idiota, pero mis intentos son fallidos solo recibo lagrimas y sonrisas llenas de dolor... Termina de despertar idiota o moriras sin darte cuenta y sin poder ver quienes en realidad te son fieles, te quieren, y esperan mucho de ti... Cuidate
ResponderBorrarpor suerte nunca he matado a nadie ni nadie me ha matado a mi pero iwal me encanto imaginarme la historia paso por paso comenzando cada escena con la hora en la esquina izquierda sugoi sempai
ResponderBorrarNek0-Ge0rGe
Un 15 de mayo del 2008 estaba yo cumpliendo mis 22 :)
ResponderBorrarOye, tu relato me da miedo... Quizas sea muy superficial este comment pero haz jugado con mi psiquis con uno de mis mayores temores el mundo gay donde situaciones como estas se presentan con mayor frecuencia quizas por los daños sufridos durante la infancia y desarrollo a causa del miedo de la gente hacia nuestra condición... Lo leí entero, me dió miedo. Pero fue bueno :)