Yo creo que el mar se oculta en tu camisa
y que nunca extrañé tanto un mordisco
lo más valiente que podría decir es: Quédate
porque el límite te pone valiente o te mata
o bueno, algo así.
Yo creo que te pareces a algo que yo siempre quise
y que cuando te fuiste me rompiste el espíritu
que no es lo mismo que el corazón,
Sé que hay cosas peores, es sólo que no me pasan todavía.
Más que creer pienso que a tu vuelta
te devolveré el llanto que fue tuyo
porque nació contigo,
para guardarlo y volver a lo nuestro,
a nadar.
Si camino pensando en tu camisa de mar
me idiotizo al punto de creer que nado en ti.
Acá pido, mientras enroscas a tu cuello mis talones
mientras repetimos por gusto el sabor
mientras volvemos otra vez
mientras me dibujas y te sales de las rayas
con tus manos de oficinista,
pido acá en tu aire de saliva y miel:
un año más.
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