No sé si alguien pueda entender sobre el abuso, sin antes haber sido parte de el. Yo crecí entre ventanas rotas, entre piedras que entraban a mi casa, entre paredes rayadas con cosas sobre mí, porque un grupo de personas se sintieron atacados por mis diferencias, y de ese modo se sintieron con derecho a atacar también. Pero la verdad es que yo no estaba atacando a nadie. Yo aprendí a correr mientras me perseguían. No sé si alguien pueda entender del abuso, ¿Alguna vez te amarraron a un poste y te prendieron fuegos artificiales en los pies? A mí sí. Años después ese mismo sujeto acabó dándole un disparo en la cabeza a otro. Y claro que me he preguntado, si en caso de no irme de aquel lugar, esa cabeza hubiera sido la mía.
Yo pagué un precio por ser diferente y lo sigo pagando. Aunque la verdad es que yo no le deba nada a nadie. Hoy al leer las noticias me encontré con la historia de Ángelo Prado, un muchacho de 18 años que vive en mi misma ciudad, que podrías ser tú, o podría ser yo, pero fue él, fue él quien terminó con su cuerpo quemado, porque un grupo de personas se sintieron con derecho a echarle gasolina y lanzarle un fósforo, y otro grupo de personas vieron qué pasaba y no sintieron ganas de ayudar. Ángelo es alguien a quien nombrarán difícilmente en alguna noticia sin decir que lo que le hicieron tenía que ver con su condición sexual, porque en este país ningún medio se atreve a decir, claramente y de frente, que vivimos en una realidad donde te matan por ser homosexual o transgénero. La palabra "Homosexual" es un fantasma en la televisión nacional, no se menciona, no se habla del tema profundamente, no se toca. Acá es más fácil, hacer chistes, tener personajes bufonescos en la telenovela de turno o en el programa contaminante de comedia sexista, que envenenan a las personas con ganas de burlarse de los diferentes. Aquí es más fácil echarle la culpa a alguien más, porque es más fácil para el cristiano condenar a infiernos que desconocen que ayudar honestamente al prójimo, como lo es para el político decir que apoya a los abusados sin siquiera saber cuántos o quienes son realmente los abusados. Es más fácil también decir que el tiempo de Dios es perfecto y que el tiempo lo cura todo, pero no entienden que en esta vida uno se queda esperando y hay cosas que no cura el tiempo.
¿Hará falta otra Juana de arco, otro Daniel Zamudio, otro Ángelo Prado? para que en este país de moral comprable se atreva a decir que somos culturalmente neardentales trogloditas fingiendo un civismo hipócrita y poco funcional al que se le terminan notando las costuras del salvajismo. No, quizás, el gobernador, el presidente, el sacerdote, o los maestros de escuelas y universidades no van a hablar de Ángelo Prado, ni van a decirle a sus alumnos que el infierno está donde hayan personas que sientan que deben lastimar a alguien sólo porque es diferente a ti. No creo que los testigos de Jehová toquen este fin de semana, puertas pidiendo una oración por toda la gente que está siendo lastimada. Ni que ningún evangélico vaya a decir que se arrepiente de haber dicho que todos los transgéneros que asesinan mensualmente en Caracas merezcan esa muerte por alejarse de Dios. No creo que una disculpa, o una condena van a devolverle la vida que Ángelo Prado tenía, porque a pesar de que siga con vida, su vida ya no será igual. No creo que una disculpa vaya quitarle el dolor a su familia. No creo que esto sea sólo el eco de un grupo de personas con tendencias psicópatas. Creo que este es el producto de todo un país que no se ha visto a sí mismo y lo que ha estado haciendo. Porque siempre habrá un tema más importante que este, pero en realidad ningún tema es más importante que otro si hay vidas de por medio. Así que yo crecí, como muchos o como ninguno, siendo parte de una guerra donde yo era el enemigo, yo crecí igual que muchos o que ninguno, siendo parte de un abuso, aunque hasta el momento haya logrado escabullirme, hay personas que no han podido, son personas por las que grito, porque allá afuera hay un grupo de personas importantes que están "demasiado ocupados", y no lo hacen. Y yo no me siento listo para hablar de otra cosa. Entonces Venezuela, me haces preguntarme ahora, si lo que quiero es que me respetes, o que simplemente no me mates.
¿Cuándo fue la última vez que te atacaron por el simple hecho de existir?
Yo pagué un precio por ser diferente y lo sigo pagando. Aunque la verdad es que yo no le deba nada a nadie. Hoy al leer las noticias me encontré con la historia de Ángelo Prado, un muchacho de 18 años que vive en mi misma ciudad, que podrías ser tú, o podría ser yo, pero fue él, fue él quien terminó con su cuerpo quemado, porque un grupo de personas se sintieron con derecho a echarle gasolina y lanzarle un fósforo, y otro grupo de personas vieron qué pasaba y no sintieron ganas de ayudar. Ángelo es alguien a quien nombrarán difícilmente en alguna noticia sin decir que lo que le hicieron tenía que ver con su condición sexual, porque en este país ningún medio se atreve a decir, claramente y de frente, que vivimos en una realidad donde te matan por ser homosexual o transgénero. La palabra "Homosexual" es un fantasma en la televisión nacional, no se menciona, no se habla del tema profundamente, no se toca. Acá es más fácil, hacer chistes, tener personajes bufonescos en la telenovela de turno o en el programa contaminante de comedia sexista, que envenenan a las personas con ganas de burlarse de los diferentes. Aquí es más fácil echarle la culpa a alguien más, porque es más fácil para el cristiano condenar a infiernos que desconocen que ayudar honestamente al prójimo, como lo es para el político decir que apoya a los abusados sin siquiera saber cuántos o quienes son realmente los abusados. Es más fácil también decir que el tiempo de Dios es perfecto y que el tiempo lo cura todo, pero no entienden que en esta vida uno se queda esperando y hay cosas que no cura el tiempo.
¿Quién más debe morir para que el asunto sea serio?
¿Hará falta otra Juana de arco, otro Daniel Zamudio, otro Ángelo Prado? para que en este país de moral comprable se atreva a decir que somos culturalmente neardentales trogloditas fingiendo un civismo hipócrita y poco funcional al que se le terminan notando las costuras del salvajismo. No, quizás, el gobernador, el presidente, el sacerdote, o los maestros de escuelas y universidades no van a hablar de Ángelo Prado, ni van a decirle a sus alumnos que el infierno está donde hayan personas que sientan que deben lastimar a alguien sólo porque es diferente a ti. No creo que los testigos de Jehová toquen este fin de semana, puertas pidiendo una oración por toda la gente que está siendo lastimada. Ni que ningún evangélico vaya a decir que se arrepiente de haber dicho que todos los transgéneros que asesinan mensualmente en Caracas merezcan esa muerte por alejarse de Dios. No creo que una disculpa, o una condena van a devolverle la vida que Ángelo Prado tenía, porque a pesar de que siga con vida, su vida ya no será igual. No creo que una disculpa vaya quitarle el dolor a su familia. No creo que esto sea sólo el eco de un grupo de personas con tendencias psicópatas. Creo que este es el producto de todo un país que no se ha visto a sí mismo y lo que ha estado haciendo. Porque siempre habrá un tema más importante que este, pero en realidad ningún tema es más importante que otro si hay vidas de por medio. Así que yo crecí, como muchos o como ninguno, siendo parte de una guerra donde yo era el enemigo, yo crecí igual que muchos o que ninguno, siendo parte de un abuso, aunque hasta el momento haya logrado escabullirme, hay personas que no han podido, son personas por las que grito, porque allá afuera hay un grupo de personas importantes que están "demasiado ocupados", y no lo hacen. Y yo no me siento listo para hablar de otra cosa. Entonces Venezuela, me haces preguntarme ahora, si lo que quiero es que me respetes, o que simplemente no me mates.
Excelente!! reflejas el sentir de muchos a quienes se nos retuerce las entrañas con estos hechos.. tristemente evidencia la tan cacareada falta de valores que nos está matando cada día más, pero que algunos nos resistimos y negamos a dejar de enseñar e inculcar, porque aún tenemos ese mal hábito de mantener esa esperanza. Que Dios derrame bendiciones sobre ti, y gracias por compartirnos tu sentir.
ResponderBorrarEs la triste realidad que vivimos, una realidad muy dolorosa, estoy seguro que todos hemos sido victima de abuso en algun momento. Solo Dios y nosotros mismos podemos cambiar eso!
ResponderBorrarLo repito a diario. El mundo cambiará cuando seamos menos egoistas y pensemos en el otro desde del lugar del otro no desde uno mismo. No se trata de tolerancia porque es presentarte en un trono diciendole al otro que "lo soportas" por ser como es. Se trata de RESPETO. De permitirle al mundo ser sin que pase por tu aprobación y ni siquiera por tu punto de vista.
ResponderBorrarRealmente resulta insólito y asqueroso ver como nuestro país se está derrumbando ante la mirada indiferente de una gran parte de su pueblo. Lo sucedido contra ese ser humano, no lo llamaré homosexual, sencillamente es parte de la enfermedad mental y colectiva que está arremetiendo contra los seres. Quién diablos les otorgó a esos criminales la potestad de juzgar, condenar y ejecutar a un ser humano porque ese ser humano les movio el infierno interior? Te invito a que leas "Gay es Contigo" que escribí en mi blog personal en Noviembre del 2009..ricardoitriago.blogspot.com
ResponderBorrarMuchas veces estas personas diferentes por si orientación sexual, surlle ser mejores individuos que aquellos que se dicen ser "noramales". Considero que sí hay un "deber ser" y tengo fuertes creencias religiosas y, por esto último, es que debemos estar conscientes de que esa diferencia entre unos y otros no debe hacernos insensibles al hecho de qué todos somos seres humanos que merecemos respeto y cariño. Vivimos en una sociedad machista que actúa con el miedo, baja autoestima e inseguridades personales/ psicológicas como móviles de sus acciones y comentarios, una sociedad pobre de mente, pobre de corazón. Elevemos una oración, no sólo por Ángelo, sino por todos los que sufren de abusos por ser diferentes y cuyos casos no salen a la luz. Gracias por compartir esto.
ResponderBorrarEs genial tu texto. Por fortuna, Angelo se está recuperando. Pero nada de esto debió suceder, ni debe repetirse. Repito: excelente texto.
ResponderBorrarTe juro que al leer: "Yo aprendí a correr mientras me perseguían". Me detuve. Y Llore. Mucho. Quizás aprendí a correr por otras razones, pero perseguido igual. Son lamentables los dedos acusadores sean por las razones de juzgar la libertad de ser, parecer o tener. Maravillosamente escrito este texto.
ResponderBorrarEs posible que aun no hayan agredido algunos, por que simplemente ocultan lo que realmente son, pero lo que me preocupa de todo esto es, ¿como un país con un preámbulo constitucional tan completo, aun vivamos en discriminación? somos libres de sexo, raza, y culto, y pues es necesario solicitar a la sociedad venezolana se nos respete... Daniel gracias te sigo tu filosofía crítica revela la vivencia y la experiencia de quien adora y se acepta tal cual como es...
ResponderBorrarArzola, como te puedo seguir en Facebook?? Me encantaría tener contacto contigo. Saludos desde México donde las cosas son muy parecidas.
ResponderBorrarMe permití publicar en mi muro el link a tu texto. Que sepa la gente de esto.
GRACIAS.
Hola me gustaría seguirte por facebook; me permití publicar en mi muro un link a tu blog.
ResponderBorrarExcelente y conmovedor.
Ojala podamos estar en contacto.
Saludos desde México, donde las cosas no son muy distintas.
Excelente en verdad me gusto mucho.. Reflejas el sufrimiento d muchas personas,todos merecen respeto.. Aunq soy heterosexual respeto la preferencia sexual de los demas.. senores abramos los ojos, los anomarles son ellos por comportarse como monstruos, no se tiene derecho a maltratar, ofender o denigrar a nadie..
ResponderBorrarNo hay que ser parte de la causa para sentir el problema... es de repudiar estos actos mi Dani,no es justo.bien sabes que soy cristiana,y el hecho de no implica el que,por que para matar o agredir a alguien física o mentalmente no hay que escudarse en una religión... se cae en lo absurdo y lo contrario a lo que se predica,se hace mas con hechos que con palabras,por que si yo te atacara a ti por tu condición sexual escudándome en que soy evangélica,entonces estaré predicando a un Dios asesino y homofóbico,cosa que no es cierta... ese acto que REPUDIO realmente es de lo peor,machista,vulgar y sucio que por ser un país tercermundista es permitido,y desprestigian al ser humano por una ideología diferente.. vandalismo y asesinos es lo que se esta criando apoyando esos actos,los seres humanos por el simple hecho de existir meritamos respeto,este es otro tema cultural y que denota falta de educación...soy myriam
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