Mañana hija del sol que te brilla,
Mañana parida de la luna grande, blanca y sola.
Traes contigo al muchacho que se ahoga en sangre,
al de la sonrisa roja.
Mañana que llenas de lágrimas mi ombligo.
Eres esperanza para los hijos de Adán y de Lilith también,
Y eres muerte para el que no te espera.
Duende de mirada perpetua
prometes en vano un mundo sin soledad,
tráeme Mañana a alguien para amar.
Mañana que haces charcos de sangre en mi boca
traes en tus horas también ríos de miel,
eterna y niña por siempre, por nunca poder ser.
Lucifer se esconde de ti aunque te parezcas a él,
y los que quieren vivir beben de ti
menos el ultimo que quise... al ultimo que amé.
viernes, noviembre 06, 2009
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2 comentarios:
Mira chico poeta. Nada fue mejor que cuando me recitaste eso. Sigue escribiendo. Escribe. Escribe. Escribe. Suerte, beso.
Sin lugar a dudas, en la lista de mis poetas favoritos estás tú de primero. Un abrazo.
JK
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