Brujo convertiste la noche en beso
Mi corazón en un pez fuera del agua
yo recuerdo la estampida en tu pecho
y ahora no dices nada.
Yo con vergüenza del mundo
busqué entre tus brazos un refugio
Sentí la felicidad como si fuese una estación del año.
En tu ciudad de acuarela estoy lloviendo
y ahogo las fotos que por culpa no fueron
ya no hay refugio en el manglar erecto
Brujo convertiste la noche beso.
Por un momento creí leer mi nombre y no el suyo gracias a la lluvia de acuarela. Que no sea mucha la lluvia, por lejos que llegara el pez, o que sea la necesaria, para borrar las fotos que no hiciste. Javier, como en todos los anteriores.
ResponderBorrar