Cuando estaba en 8vo grado mi profesora de literatura nos pidió que escribiéramos un poema.
Este fue:
Nunca
Llegan luces a mi cara, pero yo no entiendo la luz
son mensajes que sólo yo veo, mensajes secretos.
El lenguaje oculto me separa de los demás.
El lenguaje oculto me separa de los demás.
Conozco un peso que no imaginas cargar
El peso de carga que me incapacita
Ardo por dentro y sé que no comprenderás.
Entiendo cosas que no han pasado por tu mente,
dimensiones en mi pensamiento me hacen voraz.
Y aquí una culpa que no es mía.
Y aquí una culpa que no es mía.
No ves lo que mis ojos están viendo,
la vida nos ha dado conceptos inversos,
todo se cuenta en mi estrella apagada
todo se cuenta en mi estrella apagada
sé que no brillaré de la forma que tú lo haces,
vengo del sol muerto en la boca de una virgen.
Pero tú no sabes
la furia de quemarte por tu propio poder.
Pasando los días, dirás que sabrás sobre mí,
la furia de quemarte por tu propio poder.
Pasando los días, dirás que sabrás sobre mí,
pero no tienes idea de mi concepto.
Tú dices que es normal
pero la normalidad es una mentira.
pero la normalidad es una mentira.
No tú no sabes
la cólera de ahogarte en tu propia pasión.
la cólera de ahogarte en tu propia pasión.
Las olas chocan en mi razón cuando la pobreza canta,
y mis manos van directamente a mi cabeza,
la vida aumenta su escenario y no hay manos que aplaudan
y los colores se hacen ricos pero nadie puede apreciar:
Ahí me ataco.
No lo ves,
sería inútil discutirlo
porque yo causaré mi propio dolor
Ahí me ataco.
No lo ves,
sería inútil discutirlo
porque yo causaré mi propio dolor
Tú nunca llegarás a entender
Que Nunca es no poder cambiar.
Que Nunca es no poder cambiar.
Porque casi enloquezco en la locura de otro.
Mi coraje no es innato, es una necesidad.
Pero la vida brilla cuando no entiendo la luz
aquel mundo lanza piedras a mi vuelo
aquel mundo lanza piedras a mi vuelo
Yo soy mi propio verdugo.
Nunca oirás lo gritos o el mensaje de mi ser.
Pasan cosas frente a mis ojos que sólo yo veo,
que doblan lo que quiero,
que me elevan a un mundo incomprendido,
que soy ajeno, y las manos van a mi cabeza:
Ahí me ataco.
Ahí me ataco.
Sé que nunca entenderás
el "porqué" porque nunca supiste hacer la pregunta
porque nunca significa no poder cambiar
y nunca sabrás quien soy.
Cuando es la vida la que duele
los culpables están de más.
los culpables están de más.
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