viernes, noviembre 06, 2009

Vedrai

Mañana hija del sol que te brilla,
Mañana parida de la luna grande, blanca y sola.

Traes contigo al muchacho que se ahoga en sangre,
al de la sonrisa roja.
Mañana que llenas de lágrimas mi ombligo.

Eres esperanza para los hijos de Adán y de Lilith también,
Y eres muerte para el que no te espera.

Duende de mirada perpetua
prometes en vano un mundo sin soledad,
tráeme Mañana a alguien para amar.


Mañana que haces charcos de sangre en mi boca
traes en tus horas también ríos de miel,
eterna y niña por siempre, por nunca poder ser.

Lucifer se esconde de ti aunque te parezcas a él,
y los que quieren vivir beben de ti
menos el ultimo que quise... al ultimo que amé.

2 comentarios:

francisco marquez dijo...

Mira chico poeta. Nada fue mejor que cuando me recitaste eso. Sigue escribiendo. Escribe. Escribe. Escribe. Suerte, beso.

JoaKo dijo...

Sin lugar a dudas, en la lista de mis poetas favoritos estás tú de primero. Un abrazo.

JK