martes, agosto 10, 2010

Artehumanos

Niko tocaba la guitarra, y aunque todos querían escuchar, el cantaba sólo para él. Porque todos quieren escuchar lo mismo, y eso sólo puede darte el desayuno. Todos quieren escuchar, pero él quiere escuchar algo más, quiere cantar otra cosa.

Un eco humano viene del mar, pero sólo algunos quieren escuchar. No sé tu nombre.

Y si prestamos atención sabremos que las historias vienen como olas. El tuyo tampoco. Pero los nombres no retienen historias, la voz sí.

Llevo más de 4 años viendo de lejos a Michelle, esta vez hablamos. Su historia fácilmente podría asemejarse en muchas cosas a la corta vida de Anne Frank. Espero que tu casa esté bien y tú también. Espero saludar pronto otra vez.


A todos ustedes que no han olvidado la calidez del ser humano.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Como le doy "me gusta" a tu post? =)

Anónimo dijo...

el artesano de la penúltima foto es Carlos...

Daniel Ratti.