Eso que Nunca Supiste Manejar

Tú que te crees más dios que tu dios, juzgando.
Tú que odias en otro lo que no soportas de ti.
Tú que te crees grande en tus logros,
pero ningún logro vale sin humanidad.
Tú que ante la ignorancia,
elegiste el odio y no la curiosidad
¿A ti qué dios te salva en su oración?
Cuando tu acto es malintencionado
¿A quién le rezas?
Tú que haces chiste del dolor ajeno,
te auto-proclamas pobreza universal.
Tú que te crees normal sin saber
que no hay normalidad,
hay repetición
Tú, señor no-te-tomo-en-serio
Tú señora mis-hijos-nunca
Tú, juez de manos sucias.
Ustedes, que buscan derribar 
Ustedes, son el abuso en la historia del sobreviviente.
Ustedes, odiantes
representan la peligrosa idea
que tuvo un hombre que mató a miles
por creerse dueño de la razón
pero nadie es dueño de la razón
a menos que sume su voz a los sonidos de la libertad.

Esta es la clase de ataque que me salva y te borra.
Encontrar las mentes que se abren
y no perder tiempo con las que nunca podrán.

Pero tú, con tu voz de agujas

tú, con seguridad en tu ataque
odias solamente lo que forma parte de ti.
Eso que nunca supiste manejar.