Siento la muerte oculta en mi piel
masticando Europa en mis sueños
matando aves cantoras en mi boca
tu voz y tu abuelo
como tatuaje nocturno
siento todas las soledades del mundo pidiéndome como suyo.
Me desnudas la tristeza
porque en otra vida morí ahogado en un lago
que reencarnó en tu mirada.
La muerte no es la nada
es el insoportable peso de todo.
Si esta tormenta no es brisa triste en tu pecho
quizá el amor sea de una guerra de uno contra uno
Heredé el desespero de los que a través de la historia
han querido demasiado.
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1 comentario:
Quieres demasiado, y eso te hace grande, heredero, no dejes de llover, y que Europa no te engañe con sabores. Javier.
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