Pido nunca convertirme en esas personas que no aplauden a los músicos que tocan por las calles. En esos que condenan con silencio luego de un estornudo, a esos que ignoran los buenos días. Pido nunca convertirme en esos que atacan lo que no conocen, que lastiman con etiquetas, de los que nunca dudan, o de los que dudan demasiado. Pido nunca convertirme en esas personas que alejan sus ojos de la pobreza mientras ven a alguien durmiendo en la calle, de esos que no se preguntan ¿Cómo se sentirá? Pido nunca convertirme en esas personas que no se ponen tristes, esas que no lloran con un adiós, de los que nunca pelean hasta el final o los que no aprendieron a pedir disculpas. Pido nunca convertirme en una de esas personas a las que todo le da igual, de los que apagaron de ellos la llama de la convicción, los que nunca admiten. Pido nunca convertirme en esos que envenenan el mar y la tierra, pido nunca convertirme en esos que se avergüenzan de sus comienzos, del lugar de donde vienen y prostituyen su cultura, pido nunca convertirme en esas personas que masacran con sus creencias, que disfrazan la justicia con harapos de muerte, pido no ser de esos que encuentran inmoral el sexo y no la violencia. Pido nunca convertirme en una de esas personas que dejan de reírse de sí mismas, de esas que no se atreven a decir: Te amo, Gracias, Perdón. Pido nunca convertirme en una persona que pida paz, y en vez, ser alguien que haga paz. Pido nunca ser una de esas personas que nunca lo intentan, que no se incomodan, que no acarician a un perro o un gato de la calle, que no toman directo de la botella , que no comen en la cama, que no duermen hasta tarde, de los que no incluyen, no expanden, no comunican, no sueltan, no retan, no comen helado porque hace mucho frío y es la una de la mañana, de los que necesitan intimidar con su poder para sentirse cómodos. Pido reconocer todas estas cosas y respirar las pequeñas celebraciones de las primeras veces, y las veces que me vestí con fallas, y me acosté con errores, por los recuerdos de todos los brindis que me conforman, reconociendo que soy el defecto que aprendió a bailar en este cuerpo.
Salud.
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2 comentarios:
En realidad quisiera decir tantas cosas al respecto, pero confieso que me he quedado casi perpleja, me encanta lo que escribes, tu manera de expresar es realmente llamativa y directa.
que gran talento!!!
no tuve el agrado de conocerte antes y por mera casualidad o causalidad he caído en tu blog. La verdad casi sin aliento y perplejo me dejan tus palabras, La forma de redactar el sentimiento en cada palabra... Y así puedo seguir un rato largo. Simplemente felicitaciones un gran talento tenes. Abrazo¡
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