En aquella playa verde
donde el sol quedó desnudo
yo atrapé tu gentilicio amoroso
entre mis dientes.
Frente al mar trans
sapos gigantes se ocultaban
entre los montes rioplatenses
haciendo ruidos de recién nacidos
para engañar mujeres y comérselas.
A las cero horas
el mesías de carne apareció
lavando mis pies con saliva
sin tener idea de cómo me excita
la dulce violencia de los hombres amables.
1 comentario:
Me encanto........ Daniel Gracias por entregar tu energia y buena vibra al escribir.
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