Hay lugares que duelen
cuando los arrancan de tu cuerpo
¿Sabrás siempre?
Que vengo de un sitio
donde
el verano no se acaba nunca
donde los torsos de los muchachos
tienen cofres llenos de agua
y el amor es un mar lleno de muertos.
He crecido lejos del verano eterno
con las raices desnudas y al aire.
Ahora me abrigo el cuerpo con un idioma
que no termina de cubrirme entero
y que deja mis pies cansados y azules.
Pero he aprendido a sonreír con una jaula en la lengua
con el idioma de los pájaros que repiten sonidos
y en mis oídos un laberinto alfabético.
Presta atención:
Verás justo en mi pecho
el estambre del efebo
una herida oculta y en forma de mapa
que visito y comparto a veces
donde guardo el recuerdo intenso
de todo aquello que fui.
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