Que nadie se acerque, estoy tan destrozado que a cualquiera pudiera intentar romper.
No me pregunten, no me digan, ni escuchen. Si no hay nada bueno que decir, elijo a veces no decir nada, el resto es demasiado fácil. Esto se volvió algo crónico e inescapable, déjenme solo porque estoy tratando de controlarme, aléjate o podría cortarte con esta crítica en pedazos, estoy tratando de proyectarme inmóvil donde estoy, no intenten levantarme porque estoy pegado del piso.
No hace falta discutir, ya no más. No es necesario gritar o llorar
estoy tan cansado y las cosas que me hicieron bien es lo que hoy me daña, la cena y estar recostados viendo televisión es sólo un vago recuerdo de algo que hoy me duele y me deja terriblemente agotado y derrotista. Bienvenido a la rutina faltante, la rutina que daña. Y la ilusión de la comodidad estafándonos.
No me pregunten, no me digan, ni escuchen. Si no hay nada bueno que decir, elijo a veces no decir nada, el resto es demasiado fácil. Esto se volvió algo crónico e inescapable, déjenme solo porque estoy tratando de controlarme, aléjate o podría cortarte con esta crítica en pedazos, estoy tratando de proyectarme inmóvil donde estoy, no intenten levantarme porque estoy pegado del piso.
No hace falta discutir, ya no más. No es necesario gritar o llorar
estoy tan cansado y las cosas que me hicieron bien es lo que hoy me daña, la cena y estar recostados viendo televisión es sólo un vago recuerdo de algo que hoy me duele y me deja terriblemente agotado y derrotista. Bienvenido a la rutina faltante, la rutina que daña. Y la ilusión de la comodidad estafándonos.
Si las luces se apagan, escúchame no te acerques porque podría dañarte, que nadie se acerque, que se respete mi distancia. No más.