Yo cambié por oro mis flores
y no tuve nada para comprar
y yo era agua que sangre hicieron
pero mi pena no elevó un solo grito
Yo dejé estrellas por bombillas
ahora vuelvo a la oscuridad.
Yo embriagué mi amor en otras pieles,
pero no más la tuya enajenó la resaca,
que por más blanca, nunca me dio frío
porque otros besos me dijeron,
que tu beso es el mejor.
Y cuando se crea que esto es silencio
esta falta de habla,
que no se equivoquen,
será siempre duelo,
por aquellas parrandas
duelo siempre será.
Porque a veces me pierdo,
para que me encuentren,
y hay dolores que no gritan;
son los dolores que duelen más.
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