"Una mentira repetida adecuadamente mil veces se convierte en una
verdad." dijo una vez Joseph Goebbels, ministro para la Ilustración
Pública y Propaganda de la Alemania nazi. El principal propósito de
los medios de comunicación pese a la reiteración es precisamente:
comunicar, reflejar situaciones y realidades, pero la comunicación
basada en la ideología puede especializarse en contar realidades que
no responden a la acción, el suceso y la verdad. Contar la "Realidad
verdadera" con objetividad y el beneficio de la duda para formarnos
opiniones, son otras de las funciones que se esperan de un medio de
comunicación.
Pero, en realidades violentas ¿Puede una verdad repetida mil veces
hacernos inmunes a ella? Mientras parece irónico esperar una noticia
que diga: El día de hoy no murió nadie, corremos el peligro de
normalizar cifras mortales, de banalizar la coacción, de no
sorprendernos al leer otro encabezado funesto, de contar el chiste
para olvidar el resto. ¿Nos hemos acostumbrado a la violencia? O
quizás basta ignorar una sola verdad, para sentirnos menos humanos
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