He temido a la muerte desde el momento en que nací
soy el terror que habita este cuerpo
tengo los ojos clavados en el tiempo
que me robará para siempre,
pero mientras espero
que no sea demasiado pronto
espero en la belleza de la cobardía
en el "Por favor, a mí no".
Ahí es donde estoy
donde vivo
donde estas piernas que tiemblan en la cama
se clavan a lo desesperado.
Donde pido que mi muerte por cuatro letras
sea sólo de amor.
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