En las fiestas de disfraces juegas a ser otra persona, nos convertimos en algo que elegimos ser, mostramos lo que queremos mostrar, y sólo si alguien se interesa en ti o en tu disfraz buscará saber quién eres y quién está detrás de la mascara.
Cuando era pequeño a mi mamá le regalaron un disfraz de Peter Pan para mí. El disfraz en algun momento fue de otra persona, pero me fue tan bien con él, que gané dos concursos de disfraces ese carnaval.
¿Pero qué pasa cuando llevamos las mascaras aún cuando la fiesta ya acabó? Cuando entramos a una fiesta emocional de disfraces el tema principal es la mentira.
Una mascara para mí y una para ti. También para tus bellas y destructoras mentiras, porque las mentiras son bonitas por nacer de un mundo donde nadie toma responsabilidad. Tus palabras estaban vestidas de otra cosa, estaban disfrazadas, eran mentiras. Pero cuando dejé caer mi disfraz de inexpresión, tú te fuiste y sólo dejaste veneno, veneno bello y destructor, digno de ti, parecido a ti.
Mentiras, eso eres tú, el recuerdo de tu respiración, tibia y cálida como el agua que prefiero para bañarme, la que no tengo, como el agua que se me iba por las piernas mientras me sostenías desnudo, no pude ver que tus manos de cristal rompían mi costado, no pude saber qué llevabas tras la mascara, sólo puedo colocarme la mía y también mentir, aunque tú ya no estés, me vuelvo a tu juego sucio... debes saber que ya no te quiero, no te deseo sobre mí, no pienso en ti, no quiero nada ¿ves que fácil miento? ¿te gusta mi nuevo disfraz?
1 comentario:
bueno soy alguien que le gusta la musica me gusto porque te deja saber que cuando quieres puedes usar un disfras pero que aveces mueres porque sea lo contrario y que solo uno sabe si mentir o solo dejar relucir yo diria que solo ser uno mismo seria lo mejor y que el disfras solo se usa una ves por lo tanto la mentira tampoco dura sabes?....
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