sábado, diciembre 31, 2011

No es Bizarro

Ese error recurrente cuando la gente le dice Bizarro a todo queriendo excluirlo, cuando "Bizarro" (Español) denota cualidades positivas, a diferencia de "Bizarre" (Inglés, Francés) que denota anomalías. Aunque la escritura y la pronunciación se parezcan: "Bizarro" y "Bizarre" son opuestos, en el sentido que uno es negativo, y en nuestro caso "Bizarro" (sinónimo de Valiente) es positivo.

viernes, diciembre 30, 2011

El Síndrome de los solos

Tu recuerdo como tiroteo llueve sobre mi vientre,
porque los tipos tenemos también vientre,

A tus dedos soy un Xilófono
y tu solfeo analítico desmaya la luz.
Conté pocas cabezas y muchos cuerpos
y trajo mi síndrome una soledad
que estrelló cada meñique
contra cada sofá
Por eso:
Uso mis venas descarnadas
como enredaderas para atraparte
hasta llamar al Aburrimiento
que será una muerte más.

martes, diciembre 27, 2011

A veces pienso que:

Lo que suelen llamar Normalidad es realmente Repetición.

lunes, diciembre 26, 2011

Muerte Maqueta

La Decepción como un filo que amenaza, el chasco como una grosería que te reta, las cosas rotas que preñan la apatía, el insulto que te tumba y te escupe, y hace que nunca te vean como realmente eres. Ningún mar tragado podría limpiar ciertas desilusiones ni las cosas que sentía. La Decepción son las cosas muertas que tú querías hacer danzar, y ahora una voz interna que no deja dormir dice que ya no comparta mis ratos, y yo que esperaba que vieras pureza en mi putería. Qué cruel coqueteo, ese que no se queda cuando cae la sonrisa. Qué pobreza la de esos humanos que no pueden compartir sus madrugadas. La Decepción es esa muerte hecha maqueta, que te ofrece un final seco, y es final porque detiene las cosas. La Decepción soy yo siendo una habitación que ya no podrás ocupar, una excusa para no invitarte y las fotos que no te tomé. Esta minúscula muerte que sólo entiendo yo, se agrega a las despedidas que no pronuncié, me obliga a no esperar repeticiones. La Decepción es eso que llega cuando ven herejía en tus dones. Considerando extrañar ese salvajismo llena-vacíos, se susurra en la expiración de lo tuyo, que sin duda nos hizo falta conocernos en tiempos de respeto.

sábado, diciembre 24, 2011

Fusil


 Que mi piel tensa de pecados
amenaza cielos sarnosos
porque ofrezco el simiente.
Que mi infamia del amor callado
ofende a dioses estridentes
porque recibo el simiente.
Que una deidad y un soldado
y un padre, y un gobernante 
y un hermano y un hundido
pidieron mi fusilamiento.
Mas yo broto del rechazo,
de lo pasajero  y de lo que se nota
demasiado tarde,
pero nace siempre el goce
corriendo de la muerte
a un vericueto
siempre del simiente.

miércoles, diciembre 21, 2011

Un Recuerdo del 68

María corre lo más fuerte que puede, llegaría tarde el día de la toma de la foto escolar. María corre y lamenta más que nunca que el único par de medias que le quedaban limpias no tuviesen ligas, y ahora estorbaban demasiado al correr. Lamenta que el hambre le pegara en el estómago como si "Vicente Paúl Rondón" le hubiese dado un gancho directo a la barriga. Lamenta que el día que pudo ir a la escuela sin uniforme, no tuviera un mejor vestido, que ese viejo vestido azul, que era como de muñeca de trapo. Pero sobre todo lamenta tener que estar corriendo con César, su hermano mayor, por haberse robado un cambur. No siempre una vecina tiene la bondad de regalarte dos bolívares que puedes usar para la foto de la escuela, y era una lástima que no sobrase entonces para aquellas frutas en cuestión.

María Sujeta con precisión y cuidado el cambur que le acababa de robar al portugués de la frutería para que no se le espachurre. Pudo haberse robado otra cosa, por ejemplo zarcillos, estaba harta de meterse hilos para que no se le cerraran los huequitos de las orejas. Pero el hambre siempre puede más. María corre lo más fuerte que puede, piensa si César habrá podido escapar, pero apenas piensa esto, César pasa como una bala perdida corriendo y riendo por su lado, dejándola detrás y brincando el pequeño muro amarillo, que se atravesaba en la acera para alejarse cada vez más del portugués. Al momento en que a María le tocó saltar, el hábil portugués lanzó como un meteoro, una piedra, que en cámara lenta y mientras María bailaba en al aire alcanzaría su cabeza para traerla directo al piso, entonces sus rodillas se enrojecieron y ardieron, María rodó un poco para rápidamente ponerse de pie, chillar, retomar el equilibrio y entonces, el vestido azul que parecía de muñeca de trapo se ensució un poco más. El portugués a lo lejos maldijo y se rindió. Corriendo un poco más lento María se lleva la mano a  su cabello y un rastro de sangre mancha su mano: Ahí vinieron los nervios.
Entonces como quién se acuerda de algo urgente, se lleva las manos al bolsillo y asustada revisa si aún posee las cuatro monedas de cincuenta céntimos que usarían para las fotos escolares. Esos buenos dos bolívares.
César no aparecía. María decide seguir a la escuela sola y colarse rápidamente en el parque de la escuela, porque a diferencia de los baños, el viejo chorro del parque siempre guardaba agua. Se acerca esquivando miradas al viejo chorro y se lava las manos, la cara y las rodillas, que arden más que nunca. Se moja el cabello y se hace dos trenzas, su cabeza late y ella espera que el agua se lleve todo. Finalmente como quién no tiene nada que hacer se sienta en el columpio de cadenas duras y cobrizas, sobre la tabla agrietada con indicios de moho, María se balancea lentamente. Trata de secarse las manos en el vestido, y entonces pela el cambur y se lo come. La preocupación por salir con el vestido lleno de sangre en la foto casi le ganaba al hambre. Por otro lado, el miedo de que su mamá se diera cuenta que tenía la cabeza rota le ganaba a la preocupación por el vestido.
María sabía que robar no era bueno. Pues  no era, ni quería ser, de la clase de persona que roba. Ella no lo hizo por diversión, a diferencia de lo que hacían los amigos de César, ella lo había hecho por necesidad, se repetía eso en la mente pensando que Dios era alguien capaz de leer nuestras mentes, pues Dios debía saber que la necesidad le quitó el hambre pero le dejó la cabeza rota.
Minutos después llegó César, riéndose como si la pobreza no importara, riéndose como siempre. La profesora les llamó, y entraron al salón a tomarse la foto. Los ojos de María parecían prestados por un búho, aquellas pupilas dilatadas, profundas y oscuras como agua negra. De pronto todo fue dudoso, María sintió náuseas y sintió que  el mundo se batía como una lavadora. La foto había quedado triste y sepia. Quizá todo estaría bien, pero después de eso la esperanza olía a vómito.

martes, diciembre 20, 2011

A veces pienso que:

Los parásitos siempre hallan la forma de alojarse en su hospedador, como la pereza lo ha hecho en mi generación.

martes, diciembre 13, 2011

Familia

Me has roto los huesos otra vez
Familia,
La decepción estranguló y marcó
¿Por qué necesitas ahorcarme siempre?
Familia,
A veces pienso que uno de estos días
vas a soplar y me voy a apagar,
Familia,
¿Qué tan sucia puede estar mi sangre?
Para pensar que hablando nos entenderemos
¿Soy acaso tan mosca y tú tan cristal?
Familia,
Conocí el terror cuando tus oídos
no quisieron escucharme,
y algunos ojos ven a conveniencia,
Conocí el terror,
Familia,
¿Por qué tu amor se queda en deber?
¿Por qué tu amor no sabe pedir perdón?
¿Por qué tu amor no sabe de pasión?
¿Por qué tu amor no sabe de disculpas honestas?
¿Por qué le llamas odio a mi amor?
Entendí que eres violento cuando
no eres capaz de soportar tu propia verdad.
El amor no debe tratar de estrangularnos,
y querer no es mentir sobre la malo
y resaltar lo bueno,
es saber quién realmente es alguien
y aceptarlo.
Me has roto los huesos otra vez,
Familia.

lunes, diciembre 12, 2011

La voz en el desdén

 Soy yo esa chica bonita que te intimida, a la que necesitas gritar: "Perra", para sentirte seguro. Soy ese tipo, al que necesitas llamarle: "Marico", para que nadie note lo que hay en ti. Soy ese gordo, del que necesitas burlarte para autoidolatrar tu belleza. Soy ese negro, al que en voz baja llamarás: "Apestoso", sólo para que nadie se entere de tu racismo. Y después de tanto odio ¿Cómo pronuncias un dios? Después de ser tú la llama ¿Cómo condenas a todos al infierno? Soy esa cultura que te enferma pero no podrás borrar, soy esa negación que se asomará en tus hijos, soy el autista del que no quieres hablar, soy ese cuerpo que ganará un derecho dignamente, soy la mano que trataste de cortar por ser distinto, soy quien podrá vivir encontrando o no un dios, soy el malentendido que logrará una razón, soy una formación que creció y se hizo a contracorriente, soy el cristo al que apedreaste, pero amarás cuando esté muerto, soy el judío al que señalas y culpas, soy el genio que ignoraste por sentirte amenazado, soy esa debilidad que aprendió a ser arma de ataque, soy un mendigo en camino a la gloria, soy esa voz que te dice que te equivocaste porque entiende que no puedes cambiar. Soy lo que se admite e incomoda a los hipócritas, soy un grito que hará eco porque la justicia le dio la espalda. Soy ese hijo menos preferido que será un buen padre. Soy sobre todas las cosas un miedo que aprendió a calmarse solo. Así que podrás matar al hombre pero no podrás matar la idea. Soy la gran molestia que expresó su dolor, soy al que acusas porque descubrieron que hace lo que no te han descubierto aún. Soy el pecado que tu dios busca, porque te crees más dios que tu dios. Soy la generación de los perdidos protestando sobre tu ignorancia. Pero la ignorancia no se come a las personas, las mastica y luego las deja, hediondas, y caminantes, creyéndose dueñas de la verdad.
Puede el pulso del menosprecio darnos la responsabilidad de trazar la gran victoria, puede la falta de dirección darnos un camino, no puede el futuro negarnos cosas que no pasan aún. Entonces soy el diferente que encontrará el modo, porque los que fueron como yo no me perdonarían perder y ningún golpe podrá silenciar la voz que emerge del abuso.

jueves, diciembre 08, 2011

Dos puntos



Es el aburrimiento
que puedo causarte,
la voz que me dice
que te mate de mí.




martes, diciembre 06, 2011

A veces pienso que:

Antinatural no es que me bese con otro tipo, es que tengas máquinas que vuelan, fabricas que matan, grandes riquezas que producen pobreza extrema.

viernes, diciembre 02, 2011

Entre cosas y desnudos

Las paredes blancas casi son rectas y uniformes, en su parte inferior el color está sucio y decae el blanco. Algunas telarañas se ven entre las partes altas, y el techo. Que es cuadriculado por catorce rectángulos de anime, la entrada es una puerta de madera vieja y un poco torcida, la cerradura es dorada y está raspada. En la parte alta de una repisa hay cuarenta y dos libros, un pequeño reloj de arena, con adornos metálicos dorados y madera. Hay un poster de James Dean, un tablero de ajedrez, y una foto tamaño postal, en blanco y negro, es un retrato de un muchacho. Hay dos ventiladores viejos en el piso, uno , que es de aspas sucias y azules, el otro es blanco y es más pequeño y está sobre una pequeña y vieja mesa de noche, hecha de madera que posee dos gavetas, una entre abierta posee pequeños papeles desordenados, con poemas escritos con tinta azul. A su lado una cesta tejida negra, con ropa tirada; y su lado está la cama, que realmente es un colchón, de sábanas rojas, con letras chinas blancas. Hay dos almohadas, y una sábana más que no combina con la anterior, esta última es gris, con flores moradas y azules. Hay un closet con seis compartimientos, en la parte baja: un Nintendo 64 lleno de polvo, una caja negra de zapatos con casetes grises, y uno dorado. En el compartimiento de arriba hay cincuenta y  siete películas de DVD, la primera de ellas, es de fondo verde, y posee el rostro de una mujer, se llama: “Amélie”. En el compartimiento más arriba, hay cincuenta y un discos de música, entre los primeros de la fila resaltan los nombres de: Fiona Apple, Alanis Morissette y Mecano. En la parte superior  hay sábanas de colores, entre ellas distingue el azul y el dorado. Hay una caja de condones abierta, un perfume de marca desconocida y lubricante íntimo; hay también algunas monedas, de un Bolívar y algunas de cincuenta céntimos.  En el compartimiento de la izquierda hay un televisor de veinticuatro pulgadas negro, encima de el un VHS negro y a su lado, un DVD blanco de tapa magenta, que se asemeja a una consola de video juegos. Debajo de este compartimiento hay un bloc azul grande, pinceles, dos tubos de pintura al óleo, magenta y amarillo. Hay una cámara negra, que  disimula ser profesional. Debajo de esto hay dos pares de zapatos, unos marrones de apariencia usada, y otros que podría decirse se usan poco, estos son negros. El resto del espacio posee un refrigerador blanco, con una etiqueta que se intentó arrancar pero no tuvo buenos resultados, en su parte superior izquierda. En el espacio sobrante de la habitación, está una mesa de computadora, naturalmente con un computador, sobre ella: tres controles remotos, dos negros y uno blanco y un CD de los Pet Shop Boys. Un muchacho desnudo está sentado frente al monitor, y teclea insistentemente, contando lo que ve con sus ojos.