viernes, diciembre 21, 2012

A veces pienso que:

El adiós es la unidad con que se mide la muerte.

miércoles, diciembre 19, 2012

Nuestra Curia

La fragilidad surge de quien realmente conoce la fuerza
Fuerte digo que quererte es volverte mi casa,
y dicha ausencia es quedarse en la calle.
Fuerte digo que tu inexistencia me amputa la sonrisa
Rota nuestra curia,
Tu pensamiento me visita vuelto ave
que torpe me tira la mirada al piso
Pero si la molestia no se explica,
y la explicación no da el gesto
y el gesto no nace y crece
hasta convertirse en modo
y el modo no busca el tiempo,
y el tiempo no nos encuentra
entonces será esta distancia
sin explicación 
ni gesto
ni modo
ni tiempo
lo que dejamos pasar:
será nuestro fin. 

lunes, diciembre 17, 2012

Vértigo


  

Siento caer

A veces pienso que:

He conocido muchas personas destruidas por esa droga llamada pereza.

Valentine

sábado, diciembre 15, 2012

A veces pienso que:

En  mi mundo no hay bondades, hay diferentes grados de maldad.

miércoles, diciembre 12, 2012

Novena Carta

Decía mi madre que los muertos no esperan, porque el tiempo ya no importa para ellos ¿Es esta un tipo de muerte? Porque he dejado de esperar, he andado por la calle y ya el cielo no se cae como piedra, no me hala el pelo, no me pinta la boca para sentirme rebelde y raro, ya no hay piedras allá arriba, vi caer de hecho, te  juro que vi caer del cielo mi piel, que estuvo perdida, y que fue el papagayo de un niño maligno disfrazado de amor. El diablo se volvió a dividir entre todos, ya no habita a una sola persona, respiré otra vez. Esta carta pareciera que se echará a volar. Esta carta ahora late, como late por primera vez un músculo que trae vida y nos dispara a un mundo loco, caminaron mis cartas conmigo, esta lo hará también ¿Lo hará? Y las letras me dibujaron por un instante, entre todo mi blanco y negro, se asomó como una flor, un color nuevo. Me hicieron las letras parte del silencio, porque ellas ahora hablan por mí. Detente dijo esta carta, ya no quiero nacer; yo también he nacido de la muerte. No sientas pena, quise decirle, pero no le dije nada, ya sabrás que a veces me pierdo en mi boca. La carta quiso volar, y la carta yéndose y Platero y nosotros, y Godot que no llega y la boda que no era boda ni de sangre sino salsa de tomate. Y los que no leen, los que leen, y los que creen que lo están haciendo. No eran veinte los poemas, eran setecientos. Y nadie dijo nada.

 Me pediste el mar, y te traje con él también a todos los ahogados; está bien, tú no podías saber que así soy yo. La carta secó el mar de mis ojos y puso una luna menguante en mi boca ¿Es esta un tipo de muerte? Claro que lo es, porque ya el tiempo no importa. Era mi miedo ser un recuerdo, y bueno, ahora lo soy, pero soy un recuerdo que se desnuda. Y que me cuente esta carta, cuando yo no pueda contarme por mí mismo, porque de esta tormenta sólo queda la garúa, y si esta sonrisa es mi muerte, será por eso que no recuerdo para quién escribo ya. Todos los finales nadan hasta donde nacieron las sonrisas del inicio, sólo para morir. Y ahí se quedan, para siempre.

A veces pienso que:

Te habrán quitado todo, cuando tu pensamiento no sea propio.

Azul Rosado



martes, diciembre 11, 2012

A veces pienso que:

Llegué a este mundo con una gran cantidad de vergüenza, yo no sé de dónde la saqué, pero no he dejado que me impida hacer nada.

Mi Santa Oración Libre

Nietzsche me instruía, Ginsberg me besaba,
Virginia me enseñaba a nadar. 
Sylvia cocinaba, con Rimbaud jugaba,
Turing no quiso comer más.
Viernes por la noche, los raros brindamos,
comparamos morados para recordar.
Gandhi es mi conciencia
Jim y Janis cantan,
Sarah Kane regala lazos
al que empiece a llorar.
Lorca es quien me cuida, Neruda quien me mira,
Pizarnik me ofrece pastillas si me pongo mal,
Audrey está danzando, los raros miramos,
aplaudimos entre hadas para celebrar.
Kandinsky me pinta
Bukowski me borra,
Storni odia la canción sobre el mar.
Poe es mi cuentacuentos,
Truman me emborracha,
Whithman trae rimas que me harán brillar.
Los raros rozamos
el cielo boreal,
alas al zapato es la fe en el arte,
la fe que nos hace volar.
No te salves, dice Mario
entre arenas Reinaldo grita libertad.
Frida es mi amiga, Miyó mi madrina,
esperamos que Kundera venga a jugar.
Ningún dios fue invitado a la fiesta de los raros
ya nadie nos daña, pase usted sin armas
hacemos del insulto mariposas de cristal.
La vida es nuestra madre, la muerte es nuestro padre,
a veces los raros reímos, a veces chillamos
y ahora todos esperamos
que siempre nos juntemos a bailar.
Amén.

jueves, diciembre 06, 2012

A veces pienso que:

Puede uno estar viviendo en el mismísimo infierno, naturalizado a sus llamas, sin tener idea que son llamas. Ahí está el peligro de la costumbre.