Mi deseo y tu culpa

En mis sueños dijiste:
esto es tan prohibido,
esto está tan mal,
y la música lenta, música cálida
golpeó la habitación y nos despertó
la envestida corrió a la culpa entrépita.
Nunca notaste
que veo la vida en tu mirada
y  nunca lo diré, entonces
te mordí un poco para aferrarme a eso
me fui a caminar
en la vida de tu cuerpo
y me estremeció las sábanas

Dijiste:
Esto no es el fin de una historia
es la gloria y la satisfacción
¿Puedes soportarla?
¿No te mareará esta altura?
y yo dije:
Mi deseo dejaría a tu culpa tirada en el piso
y le haría el amor hasta matarla.
El silencio nos invadió,
pasaste tu muñeca por mi cabello
y sonreíste.

¿Te gusta verme? pregunté,
Y como en esas veces
que mi boca pregunta y tus dedos responden
Dijiste:
No cambies,
pero tú cambiaste
y tu acto me completó
tocándome
marcándome
robándome
llenándote tú de mí
llenándome yo de ti.