Llanto-rugido

Era yo un monstruo
necesitando un abrazo,
pero la gente no abraza a los monstruos
la gente huye despavorida de ellos.
El recuerdo es una jaula llena de bestias.

A veces pienso:

La máscara de la libertad, está hecha de barrotes.

A veces pienso:

Hay que ser lo que uno sienta que es. Y no hay que disculparse por eso.

El Diálogo De Las Emociones

No te quedes,
odio, no te quedes
aunque la inocencia
esté llorando otra vez.

A veces pienso que:

Quiero por primera vez, ser la causa y no la lucha.

Fuego de alcohol

Pero la mentira siempre halla la forma de entrar
de bajar las defensas teóricas
cuando se trasviste de palabras raras
de tono bonito de miradas felices o pupilas tristes
y uno duerme bajo su árbol
y uno crece en un abrazo falso
que te desnutre en la ausencia
La mentira viene oculta
y el tiempo la desnuda,
y arde como fuego de alcohol
quemando tu primavera
y uno aprende sobre calores pobres
y luego te deja sabiendo
que a veces la mentira
es escuchar lo que querías escuchar
que no siempre hay que dejarse llevar
Es como si la propia mentira
no supiera que habita el cuerpo
cuando te conoce con promesa
de para siempre y se larga al día siguiente
¿Y dónde uno va?
Tomando un mismo rumbo
esperando que la dirección sea distinta
si aún la noche arde con amores muertos
junto a la excusa de la vida pasada
sabiendo lo que no he tenido
el verdadero amor espera, 
y los intentos de amor se retiran
siendo así el intento de un intento
es solamente una mentira.

Iris de tilo (Verde)

De tus ojos de río verde,
la ausencia incendia la noche.
Verde como decía Lorca, 
Verde, nunca más como una simple cosa.
Fui un varón recién nacido
cuando tu mirada me tocó
en la disección de las horas,
con el gesto disimulado y mi vergüenza dispersa
inquieta como el panal
Soldado de la caballería
tomando al efebo,
mi muslo masticable
ante tu iris de tilo y abrazo lento,
el nombre de pensador y el verde
tu verde me desnudó.
Uno regresa al sentimiento,
como si nunca antes hubiese estado ahí.
Señor del abrazo eterno,
tu recuerdo coloniza mi mente.
Y en la escarcha de tus ojos el museo del mar
y el amanecer desmayado en tu carne
Verde, un recuerdo y un nunca más.