viernes, octubre 23, 2009

Cuando tú no estabas


Y la cerradura fue forzada. El corredor hacia la sala es corto, para pasar a la habitación antes se pasa por el comedor donde ocho campanas guindan como ocho ahorcados , o como 8 ricas frutas dependiendo claro del humor con que se le vean. Cerca también; casi en la sala se ve un gato dormir graciosamente como si minutos antes lo hubiesen estado observando y este se luciera ante este hecho.

Toda la casa irradia un ambiente de final de tarde, y podría jurarse que por la ventana de la sala el sol ardiente y naranja se despide. Finalmente en la habitación una mesa muestra runas que fueron desordenadas a propósito como para dejar rastros que alguien estuvo allí, de igual forma el armario está cerrado como si se acabase de sacar algo y lo fuesen cerrado cuidadosamente, sin desniveles en sus puertas.

Entonces se ve un escritorio que resalta por una esquina; sobre él puede verse una carta hecha con una hoja de blanca, que con tinta azul dice: "Hola amor, nos vemos esta noche, te quiero demasiado", y al lado invadiendo la madera del mismo, en letras negras marcadas y rústicas casi recién escrito dice: "esta no es mi letra". De este modo se ve acostada una menguada figura en la cama, arrugando un pedazo de sabana y cerca de ella marcas oscuras de agua que mojaron un pedazo del colchón. Y es como si se aferrara a un momento, a una última cosa que queda para luego sólo irse.

Fotografía Andrea Guarisma (@dynamiteandre)

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