miércoles, octubre 14, 2009

Granada


Está aquí, siempre ha estado
y temo que siempre esté,
es algo de lo que no debería hablarte
porque cuando sabemos que algunas cosas existen
empiezan a tomar forma
y finalmente a dañarnos.
Entonces.
Hago una pausa, respiro,
trato de tomar vuelo nuevamente,
pero no puedo.

Me pregunto si algún día podré ver Granada.
Cuando estoy bajo el pulso
y crecen narcisos donde yo estaba 
me como a mí.
Está aquí, me desarma,
desde que recuerdo ha estado conmigo.
Esas veces el pulso me roba, 
como el mar me roba,
como tú me robas, 
pero no es como tú.

Cierro los ojos mientras la vida pasa
hay sitios a los que no quiero mirar,
por eso cierro los ojos 
y me quejo en silencio,
como un muerto se queja,
me quedo en silencio como cuando me besas.

Cuando esto me roba no hay rastros de mí,
vago dentro mío perdido,
como algo pequeñito en medio de un silencio 
un silencio hecho grito,
grande muy grande.
Me pregunto si alguna vez escribirás sobre mí
si nos sentaremos en Granada.

Quiero enredarte con mis rodillas como tanto te da risa,
y esconderme de la noche en la simetría de tus brazos
Quiero callarme en agua de tu boca,
en tu sistemática manera de domarme al dormir.
El vacío se sintió pequeño contigo.
Quiero meterme en tus costillas,
allí dentro muy dentro me quisiera quedar
sin que nadie más pase ;
aún cuando esto me roba de la manera en que lo hace,
yo puedo estar contigo aquí, 
siempre así.
Hasta que ese siempre sea lo que alcance,
es decir: Lo que el tiempo dé.

1 comentario:

JoaKo dijo...

Genial