lunes, octubre 19, 2009

Federico

Tendré mucho que decir acerca de Federico, y es que su fuerza me cambió los sentidos y me hizo sentirme menos loco. Que cuando hablan de Federico García Lorca siento que tienden a ser inexactos, porque no sólo es una de las grandes figuras de la poesía y el teatro español, sino que también fue sinónimo de libertad y coraje al ser abiertamente homosexual (al menos entre un grupo de personas) en los franquistas años 20 de España (gobierno de Francisco Franco), donde se detuvieron al rededor de 5.000 personas por "comportamientos homosexuales". Que por ser fiel a sus creencias no escapo de España y por esto termino siendo cruelmente asesinado. Malditos entonces esos que privaron al mundo de Federico García Lorca.

Federico se presenta a mi, mas allá de su corazón roto por Dalí, que por no aceptarse ni superar su gran demonio no logró consumar su amor por el poeta (porque pienso que a su modo si lo amó), y es que las obras de ambos no mienten y esta es mí opinión.

Es que ahora es que lo estoy conociendo entre lineas a través de sus obras, de su instinto de hombre y amante.
Y me siento menos loco gracias a ti, que hasta sueño contigo, me siento menos loco porque comprendí que la musa del poeta no es precisamente la felicidad, y que esta misma como siempre lo he sabido está en las cosas simples, me cierro incauto a la maldición y pienso en recibir esta sensibilidad como un don, Gracias Federico, buen andaluz por llevarme de la mano a la poesía.


Aquí algunas de sus letras que no paro de leer.

Fragmento de la oda a Salvador Dalí:

…Canto tu corazón astronómico y tierno,
de baraja francesa y sin ninguna herida.


Canto el ansia de estatua que persigues sin tregua
el miedo a la emoción que te aguarda en la calle.
Canto la sirenita de la mar que te canta
montada en bicicleta de corales y conchas.

Pero ante todo canto un común pensamiento
que nos une en las horas oscuras y doradas.


No es el Arte la luz que nos ciega los ojos.

Es primero el amor, la amistad o la esgrima…


Tarde
Tarde lluviosa en gris cansado,
y sigue el caminar.
Los árboles marchitos.
Mi cuarto, solitario.
Y los retratos viejos
y el libro sin cortar...

Chorrea la tristeza por los muebles
y por el alma. Quizá
no tenga para mí Naturaleza
el pecho de cristal.

Y me duele la carne del corazón
y la carne del alma. Y al hablar,
se quedan mis palabras en el aire
como corchos sobre agua.

Sólo por tus ojos
sufro yo este mal,
tristezas de antaño
y las que vendrán.

Tarde lluviosa en gris cansado,
y sigue el caminar.


Esta entrada esta dedicada a Joaquín Pereira (el único peter pan que me cae bien) que con su insistencia me ha hecho seguir escribiendo poesía.

2 comentarios:

JoaKo dijo...

Encantado querido poeta por la dedicatoria. Un abrazo.

Ayna dijo...

Chiquillo...la obra "Así que pasen 5 años"...es simplemente genial.Te mande al correo algo sobre él :) Espero que te guste, saludos :D