Pues, bien.
Y es que cuando suenan las alarmas yo no sé bien a dónde correr.
Otra vez camino del trabajo a casa porque no puedo pagar el autobús
y hace demasiada luz todas esas veces que me he quedado dormido.
La ciudad me quiere matar por todas esas veces que he planeado escapar.
y aunque a veces se escape el sueño, no hay que dejar el intento.
Dos lecciones de cinismo por semana pueden incomodar.
la torpeza es una filosofía que te escoge, entonces hay mucho por hacer.
La mayoría de la gente tiene días despeinados, pero yo llevo una vida así.
Sólo a los cobardes le molesta lo natural y yo he decidido ser valiente.
Así que he tomado mis pedazos sin forma y he empezado a comparar
Y son todas esas veces viendo al vacío las que busqué algo que realmente combine.
Y a todos nos dieron un pequeño agujero negro llamado: decepción y es para borrarnos.
Era yo el pequeño niño teniendo terribles pensamientos mientras el resto pintaba.
Y ahora me pregunto:
¿A dónde llegará la madurez cuando se asome el amor?
Pues, bien.
jueves, febrero 10, 2011
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