En tu preciado desastre
el accidente llegó hasta las sábanas
el desgaste llegó hasta cegar
En tu preciado desastre
los huesos salientes se alzaron buscando luz
los huesos salientes se alzaron buscando luz
Las manos el soluto y el mar salado de la piel el solvente
hay una gran diferencia entre estar y tener,
yo puse flores en tus armas cuando sonó el disparo
Y hubo tantas sombras en tu preciado desastre
y los tobillos encajaron en los hombros
Y el eco vacío titiló en la madrugada
Y la falta de respeto atropelló la imaginación
Y el holocausto de los roces sin testigos
nadie podría culparme por querer acompañarte
en nuestro accidente
y el corazón tan noble y la piel tan puta
y la tristeza flemática y la risa fugaz
y la tristeza flemática y la risa fugaz
La cama de flores blancas que espera
a todos aquellos que se quedaron sin ángel
como yo
como yo
Hay tantos recuerdos de un solo toque
y los rincones abultados y las flores muertas
y la rabia de lo dientes y lo blando de la boca
Hay tanta pena en aquellos pétalos
Tu preciado desastre sin vinos ni domingos
y aún en la rabia tendrás bendiciones
y hubo tantos disparos en los ojos de tus sombras
que busco lo oscuro para callarme
y no hay santos que puedan salvarme
hay tantas velas celosas en la noche de la hoguera
hay tantas llamas queriendo quemar
tanto había que en la ausencia no quedó nada
nada quedó
en tu preciado desastre.
nada quedó
en tu preciado desastre.
Fotografía por @Aglaia_Berlutti
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