miércoles, julio 28, 2010

En la boca del demonio

Mi plan era resistirme, pero usando su boca sin hablar me convenció,
entonces mi plan no hizo fuerza contra su sabor.
Las capas se desprendían y la llama de sus manos hizo mi cielo arder.
Él abrió mi boca y un hilo de la suya entró y su sabor empezó a correrse.
¿Qué diría Dios al ver a un ángel durmiendo con el diablo?
Y cada bueno busca su malo por deseo natural.
Una corte imperial podría alzar la voz por haber clavado mis uñas en su espalda,
Pero la mente guarda silencio cuando la piel es incitada.
Y los poros cantaron cuando la boca se ocupó.
Estos son mis pecados y quiero presumir.
Y aunque odie el azul, lo amé con los ojos fijados en su pared.
Y aunque no sé vivir el momento voy a intentarlo hasta poder.
¿Entonces qué diría al cielo a ver los pies de un ángel en la boca del demonio?
Si le dejé cortar mi nombre sin saber su apellido.
Y cada bueno busca su malo bajo el mismo encanto del vértigo.
Cielo entiende que no puedo justificarme cuando me muerden los labios.
Había un plan de huida, él me dio la soga y yo me até,
La mente guarda silencio cuando la piel es incitada
y los poros cantaron cuando la boca se ocupó.
No hay nada que decir, ahí viene otra vez.

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