miércoles, marzo 10, 2010

FEMD

Algunas noches cuando nadie me ve, se acerca a mis telas y empieza a cantar.
En las horas oscuras, cuando mi fiebre arde hasta quemar de intensidad,
sopla la brisa blanca de su boca de masilla carmesí.
Y quita mis hojas y se mete en mi mar hasta hacerme dormir,
y nadie sabe entonces dónde estoy.
Nadie.
Mi fiebre baja hasta ahogarse.

Cuando pasa sus manos de huesos santos por mí
transforma mis estaciones en una sola
Traga grueso y profundo y su garganta se hace un monumento.
bajo su mirada ceniza veo mi corazón entre sus dientes.
El corazón no tiene nada que ver con las emociones.
Y hay partes mías que devoró sin que yo me quejase demasiado.

Bajo la sábanas, su respiración hace una niebla que baña

cuando sólo cuatro ojos miran
 se hace con mi mar y conoce mi tormenta,
Y nadie puede hacer nada.
Nadie.
Entonces besa las olas de mi ser y se convierte en mi puerto
sostiene este y oeste y revuelve el resto de los puntos.
Fue cuando nos perdimos.
En las horas oscuras sólo él ahoga mi fiebre,
me ancla en sus piernas y me hace navegar
Me lleva al olvido
al olvido me lleva
cuando llega la calma
al olvido me lleva.

2 comentarios:

The Dreamer dijo...

Mas de lo que escribes, me permito imaginarme sus iniciales en la arena de la playa.

Bendito Sea el Amor :)

Arzola D dijo...

las iniciales se escribieron.