miércoles, julio 18, 2012

Sintecho

Viéndole dormir me convencí
que no podría hacerme daño.
Cuando su mirada me cazaba
el universo empezaba en sus pestañas
yo creí en su masculinidad
en la voz amable y el diminutivo
me conocí valiente
mostrándome tal como era
y me afectó un público incorrecto
el sentido protector me hizo niño.
Yo jugué en los bosques de su barba
me desnudé en sus piernas
y él con sus palabras me arropó
maté siete tardes y luego morí de amor
y terminé brillando en la noche con sensibilidad.
Él prometió ser mi casa
pero sólo hizo promesas para romper
y ahora me he quedado en la calle,
en las esquinas con charcos de vinagre.
Su mentira empañó mi brillo
y el paraíso se llenó de larvas blancas.
Viéndole dormir me convencí
que no podría hacerme daño
pero su daño despunta mi sueño
porque a las personas sin hogar
nos cuesta dormir.

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